Las Casas Modulares Hoy: Innovación Y Estética

Innovación y funcionalidad

Durante todo el siglo veinte, la tendencia en la Arquitectura Modular ha estado encaminada hacia dos aspectos: la innovación y la funcionalidad. La prueba de que la innovación es una de las obsesiones de los arquitectos del pasado siglo que se atrevieron a diseñar casas modulares es el interés en incorporar los materiales más nuevos como el aluminio o el hierro a las viviendas familiares, en ocasiones con resultados poco estéticos y que no convencían al público.

Por otro lado, construir una casa funcional era, por supuesto, la manera de convencer a las empresas constructoras para que eligiesen su modelo. Se extendió, además, la visión de que una casa debe estar al servicio de sus habitantes y adaptarse lo máximo posible a sus necesidades.

Aunque al principio la funcionalidad y la innovación no dieron resultados viables en términos de industrialización, finalmente los modelos que triunfaron fueron los que, a pesar de ser originales, funcionales y estéticamente agradables, podían ser industrializados y construirse fácilmente en fábrica por módulos, gracias a los avances tecnológicos, y ser trasladadas al terreno, abaratando los costes. Uno de los primeros modelos viables fueron las Maisons du Meudon de Jean Prouvé un barrio francés compuesto solo de prefabricadas (foto arriba a la derecha).

Otro factor también está ganando importancia a la hora de decidirse por una casa modular: la ecología. Las familias modernas buscan viviendas amables con la naturaleza y capaces de reducir al máximo los costes, por lo que no es de extrañar que elijan casas bioclimáticas, es decir, capaces de adaptarse al clima en el que estén instaladas, y con paneles solares, lo que permite un ahorro considerable en gastos de electricidad.

Megaestructuras: una moda pasajera

Aun así, el camino para llegar hasta donde estamos hoy no ha sido precisamente fácil ni claro. Durante los años sesenta y setenta, por ejemplo, se pensó que las megaestructuras, formadas por varias casas modulares unidas entre sí dando lugar a urbanizaciones en vertical, serían la tendencia y el futuro. A pesar de que modelos como Habitat 67 (foto en la galería), construido para la Expo de Montréal de 1967, o la Nagakin Capsule Tower (foto en la galería), en Japón, siguen en pie y son consideradas edificios de gran interés, no consiguieron triunfar entre el público.

En el siglo XXI las casas modulares siguen justamente el camino contrario a las megaestructuras: te permiten tener una casa personalizada y única por poco precio, y te da la oportunidad de diseñarla adaptada a tus necesidades. Un ejemplo de esta corriente es la exitosa empresa alemana Huf Haus (foto en la galería) que, siguiendo la herencia de la Escuela Bauhaus y fundada por Johann Huf, fabrica casas modulares ecológicas, minimalistas y exclusivas.

La casa prefabricada sale del camping

Aunque las casas modulares son consideradas el futuro, ya que cuentan con las ventajas de las casas tradicionales -son estables y, una vez instaladas, no se nota la diferencia con una casa construida en el terreno- y las casas prefabricadas -son susceptibles de ser industrializadas, su construcción no se ve afectada por las inclemencias del tiempo y son personalizables- las casas prefabricadas en el sentido más tradicional también han dejado de ser exclusivas de campings o barracas.

Conscientes de ello, empresas pioneras en la fabricación de muebles de diseño a gran escala, como son la empresa japonesa Muji y la empresa sueca Ikea (fotos en la galería), se han apuntado al carro de las casas industrializadas, y han puesto a la venta sus propios modelos. Similares a un loft y con muebles fabricados por la propia casa, las casas prefabricadas de estas empresas están siendo todo un éxito.

En la actualidad, la Arquitectura Modular vive una nueva era dorada en Europa, Canada, Asia y Estados Unidos. Aunque la tendencia en la última década ha sido al alza, ha sido la crisis la que ha impulsado este nuevo repunte, ya que muchas familias prefieren no contratar una hipoteca de por vida y reducir los costes al máximo.